domingo, 1 de abril de 2012

Mesas de lujo en el castillo de Gauzón

Las cinco campañas de excavaciones arqueológicas en la fortaleza medieval del Peñón de Raíces han permitido recuperar 8.000 fragmentos de cerámica
Piedras Blancas,

Inés MONTES

El castillo de Gauzón alcanzó su mayor esplendor entre los siglos VIII y IX, lo que corresponde con la recuperación de la fortaleza medieval construida entre los siglo VII y VIII acometida por la monarquía asturiana. A pocas semanas del comienzo de la sexta campaña de excavaciones arqueológicas que acometerá el equipo que dirigen Iván Muñiz y Alejandro García, la arqueóloga Noelia Fernández apura la investigación sobre las más de 8.000 piezas de cerámica recuperada en el Peñón de Raíces desde 2007.

Junto a la cerámica vidriada y materiales de hierro, se han encontrado también pequeños fragmentos de vidrio posiblemente destinados al servicio de mesa de los nobles moradores del castillo de Gauzón. Esas piezas corroboran la idea de que la aristocracia que residía en la fortaleza medieval mantenía relaciones comerciales con otros puertos del arco atlántico e incluso con el Mediterráneo, según los expertos.

Los primeros fragmentos de cerámica lujosa ya los encontraron el equipo de arqueólogos en la primera campaña de excavaciones acometida en la primavera y el verano de 2007. Las piezas de cerámica de lujo encontrada en la fortaleza del Peñón de Raíces son muy variadas ya que hay vasos, platos y cuencos realizados en cerámica vidriada en verde que se fabricaba en la costa occidental de Francia y que probablemente llegaba al puerto de Avilés desde el puerto francés de La Rochelle. Por barco llegaba ese tipo de cerámica vidriada muy demandada por la aristocracia del castillo de Gauzón.

«En Asturias, en aquella época, se producía cerámica común que no tenía nada que ver con la cerámica de lujo que se importaba de Europa», explicó Alejandro García. El arqueólogo sostiene que además de en Castrillón restos de cerámica vidriada en verde han aparecido también en excavaciones realizadas en otras localidades asturianas como Oviedo y Avilés. Los fragmentos encontrados en el castillo de Gauzón son bastante importantes y de amplia tipología, según el arqueólogo. «En los siglos XIII y XIV había una gran diferencia social y jerárquica. Así, en las mesas de los señores habría platos de cerámica vidriada y en la de los campesinos cerámica común», indicó García.

Restos de cerámica común también están entre los más de 8.000 fragmentos localizados en el Peñón de Raíces ya que en los últimos años los arqueólogos han podido confirmar la ubicación de la aldea que se desarrolló al pie del castillo de Gauzón y que las pruebas del carbono 14 realizadas a los restos hallados en el poblado medieval dejan constancia de que se trataba de un asentamiento «de una trascendencia superior a la que se sospechaba».

Desde el año 2007, cuando comenzaron los trabajos para sacar a la luz la fortaleza medieval, hasta finales de 2011, el Ayuntamiento de Castrillón destinó más de 300.000 euros de las arcas municipales para recuperar el castillo de Gauzón. En estas cinco campañas de excavaciones arqueológicas y gracias a las sucesivas pruebas del carbono 14 que se realizaron a muestras orgánicas halladas en el yacimiento, han permitido confirmar la huella del rey Alfonso III, «El Magno», que dio esplendor al castillo de Gauzón.

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