lunes, 22 de octubre de 2012

Arancés, primera mina de carbón de España

LOS ANALES  de S. FERNÁNDEZ PERDONES
¿PUNTO DE PARTIDA PARA HISTORIADORES?
 Arancés, primera mina de carbón de España
(Arnao, Castrillón, Asturias)

por José Manuel Feito


Con el fin de no repetirnos y puesto que en la Introducción de las dos ediciones que se han hecho de los Anales aparece la biografía del autor Simón Fernández Perdones (1) nos fijaremos en el presente trabajo únicamente en probar que su manuscrito pudo ser el punto de partida para historiadores posteriores, centrándonos sobre todo en la noticia que aporta sobre la Mina de Arancés.
Desde luego que algunos autores han tenido a la vista los Anales se ve claramente ciñéndonos solo al orden de la obra resumido en los índices. Porque de algún modo, el esquema que aparece en la obra de D. David Arias, (2) es casi el mismo que el del manuscrito. Este se divide en cinco apartados. La obra de David Arias consta también de cinco apartados o capítulos y sigue prácticamente el mismo  orden.

Dice el de Fernández Perdones:
1. Origen y población  (de Avilés) (pp. 4 a 5)
2. Fueros y privilegios (pp. 6 a 50)
3. Usos y costumbres (pp. 51 a 57)
4. Acontecimientos locales (pp. 58 a 105)
5. Personajes notables (pp. 106 a 117) (3)

Y el de David Arias:
1. Primeros tiempos de Avilés
2. El Fuero de la Villa
3. Costumbres y acuerdos del Ayuntamiento
4. Últimos acontecimientos de la Villa
5. Hombres notables.

Pero es que el Marqués de Teverga, que tuvo a la vista la obra inédita de David Arias, sigue también poco más o menos el mismo esquema, desdoblando en dos el 3º de Usos y costumbres bajo el título de “Sucesos principales” y en “Sucesos políticos”, que algo de política tenía que añadir siendo precisamente él del ramo. (4)
Quedarían así los cinco, en los seis capítulos del M. de Teverga, simplificando el título:
1. Orígenes.- Primeros pobladores
2. El Fuero
3. Acontecimientos (el 4º en F. Perdones)
4. Sucesos principales (En F. Perdones: Usos y costumbres)
5. Sucesos políticos
6.-Hijos ilustres.
Y que el Marqués de Teverga tuvo el inédito de David Arias a la vista lo confiesa en el prólogo de su Historia: “… la justicia y el afecto nos llevan a consignar con gratitud, el concurso que debemos a nuestro amigo D. David Arias, autor de una “Memoria” inédita sobre la Historia de Avilés, premiada en los Juegos Florales en la villa ha tres años, manuscrito que puso generosamente a nuestra disposición, para evitarnos la molestia de leer las actas y documentos que se conservan en el archivo popular, por él estudiados, a fin de que pudiéramos ultimar nuestro trabajo en el breve plazo con que se nos pedía. No corresponderíamos a tan hidalgo proceder si no reconociésemos tan valiosa ayuda, sin perjuicio de anotar los datos por nosotros tomados en su notable obra, que el Exmo. Ayuntamiento debe publicar. Con ella llevará Avilés su concurso a la historia nacional que se está rehaciendo en el presente siglo, y proporcionará a sus hijos y a todos los asturianos el conocimiento del glorioso pasado avilesino, en tarea que iniciaron el Obispo Llano Ponte, el arcipreste Muñiz con el sabio Martínez Marina, que otros también estudiaron, pero que ninguno ultimó hasta el Sr. Arias”. (5) En la lista de historiadores que cita el prologuista de la Obra del marqués de Teverga D. Fermín Canella, incluye también a Perdones. (6). Es casi seguro que García San Miguel no conoció el manuscrito. Por tanto lo que hace es seguir el orden de David Arias que a su vez, como hemos visto, conserva el de F. Perdones.
Desde luego la obra de D. David Arias tanto en la parte documental como en el rigor, extensión y estilo literario no se puede comparar con la mucho más breve de Fernández Perdones. También difieren con respecto al Fuero aunque la postura de Perdones, atendiendo al affaire con Arias de Miranda no fue siempre muy clara.
Por otra parte, además de la división de la obra que hemos visto, hay en ambas pasajes tan parecidos que no hay duda alguna de que fueron copiados “al pie de la letra” del manuscrito escrito medio siglo antes.
Y si nos acercamos al texto y comparamos el tan conocido «Motín del maíz» que tuvo lugar en la villa en mayo de 1847, siendo secretario y Archivero del Ayuntamiento D. Simón, y por tanto autor del informe con bastante probabilidad, la coincidencia es más palmaria. Dice David Arias:
«Hermosa mañana apareció la del 27 de mayo, pero como si la naturaleza quisiese anunciar tristes sucesos, a las diez se nubló el cielo para nublarse más tarde los corazones de los avilesinos; al trasladar los sacos de maíz desde la casa de D. Calixto Carvajal al muelle, grupos numerosos de hombres, mujeres y niños manifestábanse dispuestos a no permitir la extracción...»
Sigue la descripción de la matanza y concluye:
«… Todo esto hace exclamar a un testigo presencial que desde que Avilés lleva este nombre, quizá no haya visto un día más horrible ni tan triste para sus habitantes». (7)
¿Quién pudo ser ese testigo presencial?
Veamos la versión de Fernández Perdones, a raíz de los acontecimientos:
«Amaneció el día 27 claro y despejada la atmósfera, pero sobre las diez de la mañana principió a cubrir su oscuro manto como para denotar los tristes sucesos que habían de suceder dentro de muy pocos instantes. Así se verificó, pues tratándose de trasladar desde la casa del Comisionario D. Calixto Carvajal los sacos del maíz del muelle para su embarque, se presentaron varios grupos de hombres, mujeres y niños en La Plaza dando señales de oponerse...»
Lo sucedido ya lo conocemos: los soldados disparan a quemarropa sobre la multitud con un saldo de seis muertos y numerosos heridos... y finaliza del siguiente modo:
«... Acaso desde que Avilés lleva este nombre no habrá visto un día más horrible y tan triste para sus habitantes» (8)
Es una pena que la obra de D. David Arias no prodigue más las fuentes en las que bebió, fuera de sucintas notas a pie de página y una escueta bibliografía. (9) Nada perjudicaría el innegable valor de la obra y ganaría mucho en rigor histórico.
Pero, aún tenemos un testimonio más que aporta C. M. Vigil en su obra monumental. (10) Se trata de un cuestionario científico que se solicita al Ayuntamiento avilesino en 1849. A él hace referencia en dos ocasiones. En primer lugar como Introducción histórica al Concejo de Avilés. (11)
De las respuestas dadas, enumerando hechos y curiosidades históricas de la Villa, nada se deduce más que se trata de una sucinta historia de Avilés. Sin embargo, en el mismo párrafo se hace referencia al D. 15 de la obra (12) donde de nuevo se nos recuerda: «Contestando el alcalde de Avilés D. Bernardo del Busto a un interrogatorio científico menciona los siguientes hombres célebres, naturales de la Villa y concejo...» la nómina de los quince ilustres ciudadanos coincide con la de los Anales de Fernández Perdones, no sólo en el orden y número sino hasta en la descripción de los rasgos biográficos de los mismos, usando idénticas palabras. Lo cual da a entender que, estando como estaba D. Simón por aquellas fechas de archivero secretario del Ayuntamiento fue él quien confeccionó la Memoria solicitada que sirvió a este gran investigador, el Sr. Vigil, de punto de referencia para los datos históricos de su obra sobre Avilés, al menos en la parte citada.
En el Apéndice a la Comunicación dirigida por el autor de Asturias Monumental... a la Real Academia Española en defensa de los Fueros de Avilés, septiembre de 1874 (13) y recogida como apéndice en Avilés noticias... de García San Miguel. (14)
David Arias lo cita como Apéndice también (15) se incluye entre los detractores de cierto prestigio que tuvo el Fuero al Sr. Fernández Perdones en dos artículos que vieron la luz en 1868. (16)

LA MINA DE ARANCÉS

Todo lo anterior no tiene más finalidad que reafirmarnos en la importancia del manuscrito como punto de arranque para la Historia escrita de Avilés. Un caso más, que es lo que pretendemos destacar en este trabajo, lo tenemos con respecto a la mina de carbón de Arancés- Castrillón, una mina de carbón cuyo descubrimiento y explotación se pierde en la nebulosa de siglo XVI. Aparte de documentación, para mi desconocida, donde se pudieran encontrar los informes sobre su explotación tenemos una noticia de ella en Jovellanos, ¿qué no visitó Jovellanos? Cien años después de descubierta gira una de sus visitas a la misma el día 13 de octubre, miércoles, y la escribe en el Itinerario IV, De Gijón a Avilés… de sus Diarios de la siguiente forma: “Salimos [de Avilés] con Ponte y D. José Carbayedos: camino agradable por la calzada o puente estrechísima y a orilla de la gran huerta de la Merced. Graciosa vista de la iglesia y lugar de San Martín de los Pimientos.
Santa María del Mar a la legua. Gran mina, excavación en dos partes, empezada por arriba, sin socavón ambas aguadas; veta de mucha anchura, expuesta al Norte y corre Oriente-Poniente, a dos tiros del mar; playa abierta; en buen tiempo se pudiera cargar en gabarras remolcadas hasta Avilés. Ha dado ya mucho carbón. No parece todo igual, ni todo bueno; necesita mano inteligente para el desagüe, el apuntalamiento y el ahorro de excavación.
Vuelta a Avilés; comer en casa de Ponte con D. Manuel Prada, hermano mayor de D. Andrés, D. José Carbayedos y D. Alonso de Arango. Este nos franqueó el Fuero de Avilés cuya copia sacaremos…” (17)
Por lo que apunta Jovellanos la mina, situada a dos tiros de piedra, del mar, estaba en pleno rendimiento,  excavada por dos partes tenía veta  de mucha anchura aunque no le parece de todo de gran calidad. Como siempre hace sus sugerencias en cuanto a la explotación y el transporte. No habla del puerto que o no vio o ya no existía. Otra cita a tener en cuenta es la de G. Schulz a su paso por la zona en agosto de 1836. Dice que vio en Santa María del Mar una mina con tres capas de carbón, la capa inferior apta para fraguas, la superior para hacer cal. (18) También Madoz habla de las ricas y abundantes minas de carbón en Arnao y Santa María del Mar. (Art. Avilés). De todas formas no es fácil dar con la Es difícil dar con la documentación y consultar todos los trabajos que describen sus comienzos y posteriormente su historia, que es el comienzo e historia de la mineralogía en nuestro país. Con todo hay algunas referencias en los Archivos de la Real Compañía Asturiana de minas.
Sobre nuestra mina escribía Armando Nagel: “La mina de San Juan presenta poco carbón y casi en polvo que aunque propio para fraguas tiene poca estima por dicha circunstancia, motivos porque suspendí los trabajos en ella. La de Santa María del Mar tiene ya poco combustible que extraer del reconocido y la paré también. Tengo alguna esperanza de que, continuando en ella los reconocimientos, se descubra algún banco de calidad algo diferente a la de Arnao, y más propio para fraguas y fundiciones de hierro; y cuando no sucediese así la dirección en que va la galería principal, conduce al banco de la de Arnao, cuya comunicación facilitaría a estas últimas las extracciones por ellas mucho más fáciles y menos costosas. Ve  V. que nos hallamos concretados a la Mina de Arnao.
Esta sigue bien, pues aunque alguna vez se encuentran fallas, la práctica que hay ya en ella facilita en breve hallar el banco. Según se presenta,    calculo que tendremos en dicha Mina carbón para unos diez años, después lo habrá también pero serán necesarios mayores gastos”. (19)
Aparte de estas escuetas notas no aparecen más noticias sobre la mina de Arancés. Pero todos los autores consultados dan en decir que ha sido un fraile de la orden de los carmelitas de Valladolid, llamado Fray Agustín Montero quien la descubrió siendo la primera explotación minera de carbón en Asturias y en España.

FRAY AGUSTÍN MONTERO 

La noticia la recoge Evaristo Casariego en su obra “El Marqués de Sargadelos” en los siguientes términos: “La noticia más antigua que he podido pesquisar relativa al carbón asturiano data de finales del siglo XV. Por estas fechas el fraile carmelita fray Agustín Moreno (sic), del convento de Valladolid, descubrió y hasta parece que se benefició, un yacimiento superficial en el lugar de Arancés, en el concejo de Castrillón. Tal versión que incluyen en sus libros Aramburu y otros autores, no he podido comprobarla en documentos fidedignos; pero aún en el caso de que fuera exacta, no pasó de ser un hecho esporádico y aislado y solo tiene un valor anecdótico dentro de lo que podría ser muy bien llamarse prehistoria de nuestra minería.” (20)
En nota a pie de página cita la obra de Félix Aramburu “Monografía de Asturias, Oviedo 1899”, cita al Dr. Gaspar Casals, en cuya Historia natural y médica de Asturias, cita el carbón a finales del s. XVIII sin más datos, a Simón Fernández Perdones, etc. añadiendo unos “Apuntes históricos sobre la minería asturiana, 1844, dos hojas anónimas y sin documentar.
Aramburu en su Monografía recoge también la fecha del s. XV y añade que el fraile cargó, por mandato del rey, dos navíos para Portugal, unido entonces a España, quedando la noticia ahí sin más hasta el último tercio del s. XVIII. (21)
Lo curioso del asunto es que antes que Aramburu (1899) y, lógicamente, de E. Casariego (1974), ya en 1855 Simón Fernández Perdones (1808 - 1874) da la misma noticia en sus Anales de Avilés de los que, cotejando textos, se deduce que seguramente copiaron luego historiadores posteriores, y que dice así:
“El P. Fray Agustín Montero, de la orden de carmelitas de Valladolid, fue el que descubrió la mina de carbón de piedra del lugar de Arancés, concejo de Castrillón, en un terreno propiedad de Francisco Garay, Regidor del mismo. De esta mina se cargaron dos navíos de orden de S. M. y se despacharon para el Reino de Portugal que por entonces estaba unida a España”. (22)
Como se ve la noticia fue copiada casi al pie de la letra de F. Perdones. ¿Cómo llegó el manuscrito aún sin imprimir a manos de Aramburu? Aramburu tenía tres años cuando se escribieron los Anales (1851 a 1855) ¿Copiaron ambos de una fuente común? No sé si será errata pero hay un dato que ya no casa, el situar el hallazgo el s. XV y la última frase referente a Portugal, “por entonces unida a España”: La anexión tuvo lugar en 1580, luego el descubrimiento habría que avanzarlo al s. XVI que es la fecha que cita Perdones. (23) Sin duda es errata de Aramburu que copió Casariego.
Luis Adaro Ruiz en una de sus obras recoge una serie de testimonios acerca de esta mina dignos de tener en cuenta y que dan por supuesto la existencia del descubrimiento por el citado fraile carmelita. (24) Así Salvador Fernández Penedo en un artículo dice:
“… según los documento del Archivo Nacional de Simancas, mucho antes del incendio del monte El Carbayín (merced al cual se descubrió carbón allí) y del regreso a Asturias del Cura del Viso, (el primero que puso en explotación una mina en Langreo, la mina Riera, en El Viso), concretamente el 13 de diciembre de 1569, el 11 de setiembre de 1593 y el 15 de noviembre de 1616 se habían dado licencias para beneficiar minas de hornaguera (minas de carbón de piedra) en las localidades asturianas de Arancés (Castrillón), Llaneza y Arenas (Siero)…” 
Por tanto oficialmente “se debe considerar la mina de Arancés (Castrillón) como la explotación de carbón de piedra más antigua de Asturias y de España, y la fecha del 13 de diciembre de 1569, como aquella en la que se ha de iniciar toda la historia documental y seria, sin leyendas pueblerinas, de nuestra minería del carbón… Y puestos ya a concretar, creemos a su vez justo que se considere como legítimo y efectivo descubridor de nuestra riqueza carbonífera, al nominal de la licencia real para la explotación hullera de Arancés, fray Agustín Montero carmelita descalzo, del Convento de Valladolid, natural de San Román de Naveces (Castrillón), del cual se sabe además que continuó arrancando mineral hasta (por lo menos) el 1581 ya que tal año, por mandato del Rey su Señor (Felipe II) cargó en Avilés y santa María del Mar dos navíos de hornaguera para Portugal, reino que desde algunos meses antes había quedado unido a España.” (25) Por su parte  Rafael Anes Álvarez  afirma que “Los datos que nos ofrece Tomás González, (26) señalan que desde el siglo XVI ya se explotaba carbón de piedra en Asturias: Arrancas (1530), Arones (1625) y Avilés (1655)… Pero estas fechas no concuerdan con las de Salvador Fernández Penedo en su artículo. Por lo que  Rafael Anes acude al Registro  de Tomás González  en  donde se dice lo siguiente:
“Arrancas. En San Lorenzo el Real, a 11 de setiembre de 1593. Licencia a Fray Agustín Montero, de la Orden de Nuestra Señora del Carmen de Valladolid, para que pudiese beneficiar una mina de carbón de piedra que descubrió en términos de Arancés, jurisdicción de Avilés, Principado de Asturias. (27)
Por tanto la noticia tal como nos llega por estos cauces  parece a todas luces fiable.
La cuestión ahora era conocer la identidad de este carmelita al parecer natural de Naveces. Tuve que acudir al mejor historiador de la Orden actualmente con residencia en Madrid el P. Balbino Velasco Bayón. Es autor de la “Historia del Carmelo Español”, obra en cuatro volúmenes, miembro correspondiente de la Academia de la Historia y por tanto, conocedor de su Orden como nadie. Consultó sus archivos y me dijo. “Por mis manos han pasado toneladas de documentos de la orden. En ninguno encontré a ese Fray Agustín Montero”. Me sugirió que como en Avilés existieron desde antiguo los PP Franciscano y el señor Perdones tomó los datos del Archivo posiblemente confundió la orden ya que por aquellos años estaban ya los PP. Franciscanos en Valladolid y habían alcanzado en dicha ciudad gran prestigio e influencia. Además el mundo franciscano siempre estuvo más en contacto con la naturaleza que el mundo carmelita. Y así lo había yo escrito en una primera redacción.
Pero a los pocos días recibo una llamada de Madrid, del P. Albino en el que entre asombrado y feliz me facilita un dato de suma importancia. Otro investigador carmelita que hacía un trabajo en los archivos del Vaticano cita la existencia documentada de fray Agustín. Su nombre aparece en el Archivo General de la Orden Carmelitana de Roma el día 5 de abril de 1573 con motivo del ruego que hace para dirigirse al Río de la Plata, como misionero. El General de la orden, P. Rubeo, le deniega el permiso para tal misión, pero el 30 de agosto de 1574 le concede patente para vivir en el Convento de Valladolid sin que pudiera ser removido. (28)
Esta noticia vino a ser para nosotros como su partida de nacimiento. Existió fray Agustín y fue fraile carmelita en Valladolid. A ello se puede añadir que era natural de San Román de Naveces, noticia que recoge Fernández Perdones… El por qué se dedicó al estudio y explotación de una mina, es ya más difícil de explicar aunque los datos que tenemos, bastante fidedignos, lo corroboran.
Al no poder consultar por desconocer si existen otras fuentes que hablen de Fray Agustín Montero, podemos seguir manteniendo que es F. Perdones el primero que habla de este fraile como el pionero que descubre y explota una mina de carbón en Asturias y en España, exportando su carbón a Portugal desde el desaparecido Puerto de Santa María del Mar.

José Manuel Feito

NOTAS:

(1) Simón Fernández Perdones, Anales de Avilés, edición preparada por J. M. Feito, Gijón 1988, pág. 21. Sobre el hallazgo de este manuscrito y datos biográficos del autor ver El Bollo 1987, y el prólogo de a la edición del Ayto. de Avilés, pp. 18-21. Esta segunda edición tenía como finalidad, además de recoger en facsímil el manuscrito y completar la lista de alcaldes, celebrar de alguna manera el 200 aniversario del nacimiento del autor 1808-2008. Desde aquí nuestro agradecimiento a Román Álvarez, Concejal de Cultura por su empeño en editarlo y a Benjamín Lebrato, Edit. Nieva, por su esmero en la edición.
(2) David Arias, “Historia general de Avilés y su concejo”, Avilés, 1973. Nos ceñimos a la primera edición, puesto que las restantes lo reproducen prácticamente sin más añadidos.
(3) S. Fernández Perdones y Peláez, Anales de Avilés, ms. En la transcripción pp.117 a 118.
 (4)  O. Belmunt, O, y F. Canella, Asturias, t. I Gijón 1894-1900.
(5) J. García San Miguel, Avilés, en la obra Asturias de Bellmunt y Canella, t. I, Avilés, p. 196. También en la p. 198)
(6) J. García San Miguel, o. c.,  p. X.
(7) David Arias, o. c. p. 178 y J. García San Miguel, o c. en Bellmunt y Canella, p. 238.
(8) S. Fernández Perdones, o. c. ms. p. 96.
(9) David Arias, ob. cit. «Fuentes Históricas de la Historia de la Villa de Avilés», p. 295.
(10) C. Miguel Vigil, C., Asturias Monumental, Epigráfica y Diplomática, Oviedo 1887, pp. 277-282.
(11) Ibíd., p. 271.
(12) Ibíd., p. 271.
(13) Ibíd., pp. 277-279.
(14) J. García San Miguel, J., o.c., pp. 417- 428.
(15) David Arias, o. c., p. 38 (nota).
(16) «El Faro Asturiano», Oviedo 16 y 24 de enero de 1868.
(17) Gaspar Melchor de Jovellanos, Diarios, Edición preparada por Julio Somoza, IDEA, Oviedo 1953, t. I., pág. 134.
(18) G. Schulz, Viages por Asturias, Gijón 1982, p. 14.
(19) Alberto Vilela,Avilés: carbón y veleros a través de la correspondencia de la Real Compañía de Minas”. Nota 87: CC. AHA, 26 de diciembre de 1837. El archivo de la Real Compañía Asturiana de Minas que se ha ido recuperando en la última década consta de casi un millón de documentos recogidos en unos 4.000 libros y 2.000 cajas archivadoras, de las que más de 200 son de cinc y la primera que se conserva es del año 1873. El documento más antiguo que se muestra es el que da fe del nacimiento de la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM) y data del 27 de noviembre de 1833. Está firmado por el primer director de la RCAM, el belga Armando Nagel, e incluye la orden de pago a los trabajadores, cuyo salario ascendía a 12 reales de vellón.
(20) E. Casariego, “El Marqués de Sargadelos” Los comienzos del industrialismo capitalista en España. IDEA, 2ª ed. Oviedo 1974, pág. 107.
(21).Félix Aramburu y Zuloaga, “Monografía de Asturias, Oviedo 1899. En la edición del “VI Centenario del Principado”, Oviedo 1989, pág. 201.
(22) S. Fernández Perdones, Anales de Avilés, ob., cit., pág. 46.
(23) S. Fernández Perdones, ob., cit., p. 46.
(24) Luis Adaro Ruiz, Jovellanos y la minería en Asturias, Gijón 2003 pp. 33 y ss.
(25) Rafael Fernández Penedo, “Ante nuestro Polo de Desarrollo Industrial: Dos antecedentes históricos. La canalización del Nalón y la Fundación de Trubia, en los finales del siglo XVIII, y el restablecimiento de la Fábrica Nacional de Cañones en mayo de 1844”.  La Nueva España, 2 de diciembre de 1969.
(26) Tomás González, Registro y Relación general de minas de la Corona de Castilla. De orden del Rey N. S., Madrid. Por don Miguel de Burgos, Año de 1832, 2 vols.
(27) Tomás González, ob. cit., vol. I, pág. 191.
(28) Pablo María Garrido, Ord. Carm. “El solar carmelitano de San Juan de la Cruz. La antigua provincia de Castilla” (1416-1836), BAC, Madrid 1996, pág. 97. 


                                          
                                                                     Juan Luis Gutiérrez Glez., testigo de haberla visto abierta de niño.

                                  


                                                                                       Boca mina tapiada desde hace algunos años.
                                                       

                                                                                           Vista general de la boca mina tapiada.

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