sábado, 20 de julio de 2013

El «Creoula», laboratorio de la vida

El buque escuela portugués, que está abierto a las visitas durante este fin de semana en Avilés, acerca a España y Portugal y ofrece una experiencia única a sus tripulantes universitarios

Un laboratorio de la vida». Así describió ayer el codirector de la Universidad Itinerante del Mar (UIM), Fermín Rodríguez, la formación que ofrece el buque escuela «Creoula», que ayer atracó en Avilés. Coincidiendo con su llegada, continuó la celebración del Festival del Mar en Avilés, que comenzara con el «Juan Sebastián de Elcano». Rodríguez aseguró: «El festival está acercándonos a nuestros vecinos portugueses, al tiempo que brinda una experiencia irrepetible a los alumnos universitarios, una que no se aprende en las aulas de la Universidad».

En la recepción a la tripulación del «Creoula», que se celebró en el Ayuntamiento de Avilés, la alcaldesa, Pilar Varela, entregó unas metopas de recuerdo de la ciudad a los mandos del buque y a la UIM, por su labor pedagógica. La Alcaldesa agradeció el retorno del «Creoula» tras cinco años de ausencia. También recordó la visita del «Juan Sebastián de Elcano» y expresó la voluntad de estrechar lazos con Europa aprovechando el mar que une a los diferentes países. «Todos nos beneficiamos de vuestro aprendizaje», concluyó dirigiéndose a los jóvenes .

Algunos de estos tripulantes son Sergio Miguélez, Eva Rodríguez y Gonzalo Nicolás, alumnos de las universidades de Oviedo y de León, que valoran positivamente la aventura que acaba de comenzar y que finaliza el 27 de julio. «Es algo nuevo estudiar a bordo de un barco», destacaron.

Muchos avilesinos aprovecharon la llegada del «Creoula» para conocer sus rincones, ya que está abierto a las visitas, y así continuará durante todo el fin de semana, de dos de la tarde a nueve de la noche. La llamada del barco tuvo respuesta en personas como David Rey, que hace dos años surcó los mares a bordo del «Creoula». Ayer este estudiante de Ingeniería Industrial ovetense volvió a la embarcación para recordar viejas experiencias y reencontrarse con alguno de sus compañeros. «Es emocionante, porque he vivido aquí durante más de 20 días y tenía ganas de volver a verlo», explicó el joven. Rey emprendió esta aventura hace dos veranos gracias a uno de los cursos estivales ofertados por la Universidad de Oviedo. «Era una buena forma de vivir una experiencia única y en la que se ve de primera mano el trabajo en equipo», afirmó.

Algunos visitantes lamentaron que el barco no tuviera guías, apenas carteles para indicar la ruta. «No me parece bien que no haya guía, deberían poner a alguien que explique cada parte del barco», se quejó Leonor Ferrería, con sangre española y portuguesa, que visitó el barco acompañada de su familia.

Expectación, ayer, en la bocana de la ría de Avilés, durante la entrada del buque escuela «Creoula». / mara villamuza

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