martes, 11 de marzo de 2014

Un fallo en el rumbo con parte de la tripulación dormida, probable causa del accidente de Peñas

Dos muertos, seis desaparecidos, entre ellos un estudiante ovetense de 28 años, y un único rescatado con vida, en el hundimiento en apenas minutos de un arrastrero portugués


Un posible error en el rumbo mientras parte de la tripulación dormía con un mar en calma es la hipótesis que se baraja en la tragedia del arrastrero portugués "Santa Ana" en las inmediaciones del Cabo Peñas. El buque chocó contra un peñasco cerca de la isla La Erbosa y se hundió en minutos. Sólo uno de los nueve marineros del barco fue ayer rescatado con vidados fueron encontrados muertos y otros seis permanecen desaparecidos, entre ellos un alumno ovetense de la Escuela Náutica Pesquera de Gijón.
El accidente resulta "inexplicable" a ojos de los expertos, toda vez que los barcos suelen navegar por la zona de Peñas dejando, por motivos de seguridad, al menos una milla de margen con La Erbosa. De las declaraciones que realizó el único superviviente y del testimonio de los tripulantes de otros barcos que navegaban en grupo con el "Santa Ana" en dirección a caladeros situados en la vertical de Gijón para pescar xarda se deduce, como primera hipótesis del accidente, que el buque tomó un rumbo erróneo y nadie a bordo advirtió este hecho, probablemente porque casi todos dormían en el momento del accidente (las 05.15 horas). "Tal vez se marcó mal el rumbo", reconoció el gallego Manuel Simal. Más extraño resulta que el patrón al mando de la nave no rectificase el rumbo cuando saltaron loschivatos de emergencia que con toda seguridad debieron activarse en el momento en que el "Santa Ana" se aproximó a la zona de bajíos donde embarrancó.
El barco hundido, con base en el puerto de Muros (La Coruña), es propiedad del armadorJosé Balayo Portela, un empresario muy apreciado y con fuertes vínculos en Avilés, de cuya rula es vendedor habitual. La noticia del naufragio conmocionó tanto a Asturias como a Galicia; la localidad de Muros -de donde son naturales varios de los náufragos- ha declarado tres días de luto institucional y varias autoridades gallegas acudieron ayer a la comarca avilesina para arropar a los familiares de las víctimas y seguir en directo el curso del rescate. Es el accidente pesquero más grave del que se tiene constancia en aguas asturianas desde que la galerna de 1961 se cobró la vida de 24 personas en cinco barcos.
"LO OCURRIDO ES INEXPLICABLE", LAMENTA EL HIJO DEL ARMADOR
El "Santa Ana" operaba desde finales de febrero desde el puerto de Avilés, junto a otros tres barcos del mismo armador y alguno más de base gallega, pero bandera portuguesa, con motivo de la pesquería de la xarda, habilitada para los buques de pabellón portugués en base al acuerdo bilateral que tiene el Gobierno luso con España. El lunes, a las 04.30 horas, el "Santa Ana" zarpó con rumbo al caladero de La Erbosa (doce millas al norte de Gijón) tras el obligado descanso del fin de semana. Al mando de la nave iba presuntamente el patrón de costa, Francisco Gomes Fragateiro; los demás tripulantes, como es habitual en los arrastreros, dormirían en sus camarotes hasta llegar al punto de destino y lanzar las redes.

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