lunes, 1 de junio de 2015

El puerto deportivo cambia de rumbo

  • El Club Marina de Avilés asume la gestión con el objetivo de aumentar las embarcaciones en tránsito

    • El presidente, Mario Bada, destaca el potencial del sector turístico relacionado con la náutica en la Europa atlántica

    • J. F. GALÁN
    • La gestión del puerto deportivo cambia de manos. A partir de mañana lunes la asume el Club Marina de Avilés La Peñona, el único que acudió al concurso público convocado al efecto por la Autoridad Portuaria y a la postre, una vez comprobado que su oferta se adaptaba a las bases, el adjudicatario. La concesión es por cuatro años a razón de 86.902 euros cada uno. A cambio de abonar tal cantidad, el Club Marina de Avilés La Peñona se hace con los derechos de administración de 228 puntos de amarre y asume la obligación de mantener y conservar en buen estado los diecisiete pantalanes sobre los que se distribuyen, limpiar la lámina de agua sobre la que flotan y ofrecer una serie de servicios a los usuarios, tales como suministro de agua y electricidad, duchas o lavandería. Los ocho restantes, hasta un total de 236, se los reserva la Autoridad Portuaria para uso propio o bajo autorización.
    • Diseñados para embarcaciones de entre cuatro y veinte metros de eslora, quince de los 228 puntos de amarre que a partir de hoy gestiona el club se reservan para barcos en tránsito. «No tenemos datos concretos, pero serán unos cien al año», estima el presidente, Mario Bada, que manifiesta su intención de triplicar este número. La mayoría son embarcaciones francesas o ingleses en travesía por el Cantábrico que realizan una escala de uno o varios días en Avilés y que según Bada, constituyen un sector turístico de gran potencial.
    • «En otros países de la Europa atlántica hay mucha afición a la náutica. A lo largo del año pasan a la altura de Avilés muchos barcos de recreo, sobre todo en verano, y la ría ofrece un puerto muy seguro en mitad del Cantábrico, con amarres baratos a los pies de una ciudad y de una comarca que tienen mucho que ofrecer. Incluso tenemos barcos franceses con base aquí. Pese a la distancia, a sus propietarios les sale más rentable que tenerlos en su país», explica Bada.
    • Los otros 213 puntos de amarre son para embarcaciones que establecen su base en Avilés durante al menos seis meses al año. La mayoría son de motor y de entre seis y ocho metros de eslora cuyos propietarios los usan principalmente para pesca de recreo, aunque también hay veleros.
      A día de hoy están ocupados unos 190 puntos de amarre, lo que significa que quedan 28 plazas disponibles. Y es que la crisis también ha pasado factura a la marina de recreo. Hace unos años el puerto deportivo de Avilés tenía el cartel de completo, y la lista de espera superaba el año. Incluso se barajó la posibilidad de instalar nuevos pantalanes. Tras la caída, la impresión es que últimamente la demanda repunta. «Nos han llegado solicitudes de amarre para barcos de reciente adquisición. Somos el puerto más barato de Asturias, y con bastante diferencia. En Gijón puede costar el doble», asegura Bada.
      Los precios dependen de la eslora, y para un barco pequeño o medio el alquiler es equiparable al de una céntrica plaza de garaje. Un amarre para uno de ocho metros cuesta unos 800 euros al año, incluyendo impuestos y la tasa que cobra el Puerto. Ahora sí, comprar el barco requiere un desembolso serio. Tomando como referencia uno de ocho metros, «entre 40.000 y 120.000 euros, aunque de segunda mano se pueden encontrar barcos muy interesantes a partir de 18.000, listos para navegar». Luego están el mantenimiento y el seguro, otros «800 euros al año entre ambos conceptos», y el consumo, gasolina o gasoil, como un turismo. «Un barco de ocho metros con un motor pequeño puede consumir entre cinco y quince litros por hora, según la potencia del motor y lo que se exprima», explica Bada.
    • Casa de servicios
      Además de gestión, el puerto deportivo de Avilés también estrena una casa de servicios, un local propiedad de la Autoridad Portuaria cedido en régimen de alquiler al club. Abre a diario, y es allí donde se encuentran las oficinas, las duchas, la lavandería y otros servicios que demandan las embarcaciones en tránsito de los que ahora carecía el puerto de Avilés.
      Según Bada, su apertura y el cambio de gestión van a suponer «un cambio cualitativo». Los usuarios de los puntos de amarre «van a disfrutar de servicio de radio, marinería y almacenamiento de enseres, además de descuentos en materiales y en la inspección técnica de barcos. También tenemos previsto instalar cámaras de seguridad en los pantalanes para evitar posibles robos y una red wifi gratuita», anuncia Bada.
      El club también se ha propuesto potenciar las actividades náuticas. «Queremos organizar todos los eventos y actividades deportivas que sean posibles, tanto de pesca como de vela». Otra novedad serán «cursos de formación de todo lo que tenga que ver con la náutica, desde utilización de radio a primeros auxilios o cartografía electrónica». Muchos de ellos serán gratuitos para los usuarios con base en el puerto y en otros disfrutarán de descuentos. «Y no es necesario ser socio del club para alquilar un amarre», puntualiza Mario Bada.
    • Mario Bada, presidente del Club Marina de Avilés La Peñona, posa en el cantil de la vieja rula, con los pantalanes del puerto deportivo al fondo.

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