domingo, 11 de octubre de 2015

40.740 toneladas de hormigon y piedra para frenar la mar en la ria Avilesina

Una grúa de 220 toneladas con una pluma de 66 metros coloca de forma precisa, gracias a la ayuda de un GPS, bloques que llegan a alcanzar la altura de un primer piso

  • La empresa Acciona Infraestructuras afronta la recta final de la primera fase de refuerzo del dique de contención

  • ALBERTO SANTOS
  • AVILÉS
  • 40.740 toneladas de bloques de hormigón y piedra fabricados e instalados para reforzar la escollera en la bocana de la ría y la mayor dificultad ha sido controlar a bañistas y curiosos para que no pusiesen en peligro los trabajos y su propia seguridad. En el dique de contención todo está medido al milímetro y nada se deja al azar. Acciona Infraestructuras, empresa adjudicataria del proyecto de la Autoridad Portuaria de Avilés, trabaja desde el pasado día 15 de junio en un gran mecano de fabricación, transporte y colocación de bloques de hormigón para evitar que se repitan daños estructurales como los sufridos en el espigón a raíz de los temporales de 2014.
    Más de un caminante y usuario de la cercana playa de San Juan se ha preguntado cómo se desarrolla una obra en un terreno ganado al mar y que tiene como finalidad frenar la fuerza de las olas para no poner en peligro la maniobrabilidad en la entrada de la ría. LA VOZ DE AVILÉS visitó los trabajos en compañía de Olga Sánchez, jefa del departamento de Infraestructuras del Puerto de Avilés, y Julián Murillo, jefe de obra de Acciona, quienes desvelaron los entresijos de un proyecto adjudicado en 1,3 millones de euros y que, si el tiempo lo permite, deberá finalizar en su primera fase antes del 18 de noviembre.
    No hace falta acercarse mucho a la entrada de la ría para que una obra de tal envergadura llame la atención. Una grúa de celosía de gran tonelaje modelo Demag CC1800, de 220 toneladas de peso (más de 350 si se contabilizan los contrapesos complementarios que necesita para trabajar), con una pluma de 66 metros de altura, destaca sobre el espigón mientras coloca los 358 bloques de hormigón fabricados 'in situ'.
    A expensas del tiempo
    «La mayor dificultad está en cómo poner la grúa, en situarla de la forma adecuada para que pueda llegar con la pluma a poner los bloques en el lugar correcto», explica Julián Murillo. La envergadura de esta máquina de Grúas Roxu, propiedad de Acciona, es tal que tarda una hora y cuarto en recorrer los cerca de 500 metros de dique. Por eso es vital calcular cualquier imprevisto que obligue a proteger la maquinaria, sobre todo la climatología. «Mira todas las aplicaciones que tengo en el móvil», bromea el jefe de obra de Acciona. «Pero la mar cambia mucho y lo mejor es verlo en persona», matiza. Por eso su equipo se afana en avanzar todo lo posible en las últimas semanas para aprovechar el buen tiempo. Sábados, domingos, de noche..., no hay tiempo que perder para cumplir los plazos. «Además, el Puerto penaliza por cada día de retraso con respecto a la fecha final de las obras», recuerda Olga Sánchez, jefa de Infraestructuras de la Autoridad Portuaria.
    El alto coste de la maquinaria también condiciona la necesidad de aprovechar al máximo la tregua que da la climatología. Instalar y desmontar una grúa como la que trabaja en esta obra cuesta 35.000 euros y se necesitan 40 camiones para transportar sus piezas. Cada día de trabajo de dos grúas y dos camiones que transportan los bloques tiene un precio de 8.000 euros.
    Tal y como explica el jefe de obra, dado el gran volumen de material a utilizar en el proyecto, fue necesario realizar acopios de escollera en las canteras localizadas en la zona sur de Oviedo. El total de escollera suministrada fue de 27.400 toneladas repartidas en piedras de tres tamaños que se instalaron mediante retroexcavadoras desde el mes de junio a un ritmo de 400 toneladas al día. Durante los meses de julio y agosto se produjeron suministros diarios de hasta 650 toneladas al día. En el resto del tramo, no accesible desde la playa a causa de las mareas, se utilizó una grúa. Estos trabajos finalizaron el 30 de septiembre.
    En cuanto a los bloques de hormigón que se han colocado en el resto del dique de contención, se fabricaron sobre el terreno a un ritmo de 17 bloques al día. En total, se fabricaron 5.858 metros cúbicos de hormigón divididos en 140 bloques de 15 toneladas, 92 de 40 toneladas y 126 de 60 toneladas.
    La disposición y colocación de cada bloque responde a un estudio pormenorizado sobre el terreno. Como curiosidad, en este proyecto se ha recurrido a las últimas tecnologías para hacer un modelo tridimensional de todo el espigón. Por un lado, un dron sobrevoló la estructura tomando imágenes de la misma, mientras que un estudio de batimetría se encargó de analizar el estado del dique en su interior. En este sentido, se encontraron algunas zonas huecas que obligaron a reforzar el suelo antes del inicio de las obras.
    Una vez realizados los trabajos topo-batimétricos para analizar el estado actual de terreno, Julián Murillo, jefe de obra de Acciona, explica que se realizó un estudio para definir la cuadrícula de disposición de los bloques para proceder a su colocación. Cada bloque tiene aparejadas unas coordenadas. En la grúa de lanzamiento se ha instalado un sistema de GPS con antena doble y equipo informático que lleva instalado el software de posicionamiento con las coordenadas de cada uno de los bloques a colocar. «Con ello, desde la grúa se tiene en todo momento visualizado el punto de colocación de cada bloque», añade.
    Por tanto, los bloques -126 de ellos de un tamaño de 60 toneladas y una altura similar a la de un primer piso en un edificio de viviendas- no se colocan al azar, sino siguiendo un 'desorden' programado, de tal forma que se consiga la máxima eficacia para que las olas pierdan su fuerza al chocar contra el espigón.
    Remate
    La instalación de bloques de hormigón comenzó el 1 de octubre y está previsto que finalice el próximo día 16, a expensas de la climatología. El proyecto contempla otra actuación consistente en la ejecución de una losa de hormigón sobre el dique en sus últimos 215 metros, con el objetivo de lograr el recrecido y nivelado de esta parte del dique, como informa la empresa adjudicataria.
    El comienzo de los trabajos de ejecución de la losa está previsto para el 26 de octubre, por lo que se estima su finalización el 11 de noviembre. Una vez realizadas las obras de restitución de la parcela destinada a la fabricación de bloques y concluidos los trabajos de desmontaje y retirada, la fecha estimada para el final de la obra es el 18 de noviembre.
    Debido a la envergadura de la obra y a su elevado presupuesto, la Autoridad Portuaria de Avilés se ha visto obligada a plantear una reparación y refuerzo del dique de abrigo por fases. La primera de ellas, la que es objeto de las obras que están en ejecución, está orientada a reparar las zonas más afectadas por los temporales pasados y que precisan una actuación más urgente: el morro y el tramo en el que el manto está formado por escollera, así como los primeros 40 metros de manto de bloques en el lado de sotamar del dique.
    Con esa actuación se espera evitar el colapso del dique en caso de la llegada de secuencias de temporales similares a los del invierno de 2014. Esta fase ha sido financiada por Puertos del Estado -entidad del Ministerio de Fomento- a través del Fondo de Compensación Interportuario.
    La segunda fase iría encaminada a reponer piezas del manto principal de bloques de hormigón del resto del dique, hasta conseguir las secciones de manto necesarias, y se deja para más adelante, cuando la Autoridad Portuaria cuente con financiación suficiente.
    Tal y como destaca Olga Sánchez, jefa de Infraestructuras del Puerto, la Autoridad Portuaria «se marcó como objetivos prioritarios velar por la seguridad y salud en las obras, minimizar las posibles afecciones a la playa, tanto desde el punto de vista ambiental -para lo que se puso en marcha un amplio plan de seguimiento de la obra con medidas de calidad de aguas, riegos del pavimento constantes para evitar emisiones de polvo a la playa, revisiones de maquinaria para evitar vertidos de aceites al agua del mar, etc.- como desde el punto de vista de la seguridad de los bañistas».

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